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El totalitarismo se instala en Cartaya

Se veía venir.

Tres responsables políticos trabajaban codo con codo en plena pandemia del COVID para conseguir gobernar.

No movían un dedo por los cartayeros que sufrían los efectos del virus.

Trabajaban única y exclusivamente para aprovechar la conyuntura y conseguir hacerse con el gobierno de la localidad.

Este era el equipo:

  1. Pepa Bayo, senadora socialista miembro de la terrorífica legislatura que nos dejó 40 Millones de euros de deuda en Cartaya. Calculen, y sumen.
  2. David F. Calderón, el sevillano que politizó hasta las trancas una asociación de vecinos de El Rompido para conseguir lo que buscaba: ser portavoz de IU en la Diputación de Huelva y Teniente de Alcalde en el Ayuntamiento de Cartaya. Calculen, y sumen.
  3. Israel Media Pereles, el outsider de Ciudadanos: su propio partido pidió su expulsión, no lo consideraron ya miembro del partido, pero como todo en Ciudadanos, la protección de las siglas puede más que el interés general. Y ahí sigue, un arquitecto en tierra de nadie; el peón que facilitó el pacto en contra de las indicaciones de su propio partido. Un tránsfuga en nómina. Lo hemos visto tantas veces,… Calculen, y sumen.

Las mimbres no vaticinaban nada bueno, pero quisimos tirar de paciencia. Al fin y al cabo, no se debe denunciar la cuna o la asociación, sino los actos, que son los que nos definen.

6 meses de paciencia han sido más que suficientes.

Han sido 180 días en los que hemos constatado con desolación cómo se parece el gobierno socialcomunista de Cartaya a nuestro nefasto gobierno nacional.

Un monstruo que despierta

La señora senadora y el inmaculado defensor de la transparencia compraron un bastón naranja para que la cojera no se notara, pero se nota, vaya si se nota.

Los primeros tics autoritarios aparecieron en los primeros plenos. En esta ocasión no eran medidas sino actitudes: soberbia, supremacía, piel fina, victimismo,… No querían una oposición dura, ni una oposición blanda, simplemente querían que fuéramos a aplaudir cada dos meses. Nos haría gracia si no fuera dramático para nuestro pueblo.

Después llegaron las contrataciones para la estructura política. Por la composición de los Ayuntamientos de menos de 20.000 habitantes, nuestra Corporación Municipal sólo se puede permitir dos asesores. En el Pacto de Gobierno acordaron asignar uno a IU y otro a Ciudadanos. 6 meses después nadie sabe a qué se dedican. Pero de eso ya hablaremos. La cuestión es que el PSOE se quedaba sin asesores en el Ayuntamiento.

No hay problema.

Utilizan la figura del contrato menor, que permite la ley, y contratan* a un asesor jurídico “de la casa”. Una suerte de comisario político, que como hemos visto en este tiempo, se encarga de echar ambientador a la basura para que no huela darle apariencia de legalidad a todo aquello que es manifiestamente ilegal pero nuestra ilustre trinidad necesita aprobar. Ya tienen fontanero asesor.

*Es importante señalar que ya el Ayuntamiento contaba con un Área Jurídica y además un contrato en vigor de una empresa externa que le prestaba apoyo.

Pero la cosa no puede quedar ahí, el PSOE no puede tener el mismo número de asesores que IU y Ciudadanos. Sería como reconocer que son iguales en el gobierno. Y todos sabemos que en el PSOE esto no funciona así. Son, y deben parecer ser, la fuerza mayoritaria, quienes llevan la voz cantante, quienes mandan. Por eso debían ser responsables de la comunicación.

No hay problema.

Vuelven a utilizar la figura del contrato menor, y contratan a una empresa externa que refuerce la comunicación institucional del Departamento de Prensa municipal. ¿A que estás pensando que esa empresa es afín y no es más que un instrumento de propaganda política pagada con tus impuestos? Casi. La verdad es que no te falta razón, pero es más que eso.

Atención a la jugada.

  1. Buscan a una empresa afín que contrate al responsable de comunicación del PSOE de Cartaya.
  2. Desde el Ayuntamiento contratan a la empresa.
  3. El Ayuntamiento le paga a la empresa.
  4. La empresa le paga a tu responsable de comunicación política.
  5. Ya tenemos al segundo asesor que queríamos.

Oye, todo presuntamente eh. Pero ahí está, trabajando en un despacho del Ayuntamiento sin estar en nómina del Ayuntamiento.

Y así amigos es como se pasa de 2 a 4 asesores.

El cortijo funciona a pleno rendimiento

Cerrado el capítulo de los asesores, y viendo el tridente que esto empezaba a ser el cortijo que diseñaron durante la primera ola de la pandemia, era la hora de empezar a esconder pruebas.

Y entonces llegaron:

  • La falta de transparencia: no contestan las preguntas de la oposición o lo hacen tarde, mal y de forma genérica sin aportar la información solicitada.
  • La eliminación de la participación ciudadana: ni un solo proceso de participación en la toma de decisiones, eliminación del portal de participación ciudadana, borrado masivo de comentarios desfavorables en las redes sociales,…
  • Los informes ilegales: informes jurídicos firmados por la propia alcaldesa en los que se afirma justo lo contrario de lo que se pretende justificar.
  • Las publicaciones selectivas: difundir sólo aquello que legalmente no corre peligro ni es políticamente cuestionable y callar aquellos procesos, iniciativas o ideas puestas en marcha que podrían ser detectadas como injustas, ilegales o partidarias.

Sin embargo, aunque todo lo anterior es de una evidente gravedad, han sido dos prácticas antidemocráticas las que han colmado el vaso.

La esencia de Izquierda Unida

En la primera de ellas hemos podido ver la auténtica cara de Pepa, David e Israel: han querido limitar el tiempo de nuestras intervenciones en los plenos.

Y para ello se han saltado todos los procedimientos, han obviado los cauces legales para hacerlo y han destrozado un consenso que existía en Cartaya desde siempre. Han cercenado la libertad política de los representantes de los ciudadanos.

No quieren que os contemos cómo funcionan.

Se llama totalitarismo.

En la segunda de ellas no nos ha sorprendido el modo de funcionar del PSOE, lo llevan haciendo toda la vida.

Básicamente se trata de diseñar un proceso de selección para que, con la apariencia de legalidad (recuerda que tienen contratado una asesor jurídico para estos trabajitos), los afines puedan ocupar puestos municipales.

Lo que se ha llamado toda la vida un traje a medida.

Sin embargo, lo que nos ha llamado la atención es la capacidad para tragar que está demostrando David F. Calderón de IU. Sabe perfectamente, como sabemos todos, que esas bases del proceso de selección son ilegales, que están diseñadas para una persona con nombre y apellidos.

¿No era David el garante de los derechos de acceso al empleo público municipal en igualdad de condiciones?

¿No debería todo el mundo tener la oportunidad de poder conseguir un empleo público como lo consiguió el propio David? Esta última pregunta la van a entender muy pocos, pero ahí queda.

¿Por qué permite esto IU?

O dicho de otra forma mucho más entendible, ¿qué ha recibido IU a cambio de permitirlo?

Cómo cambian las organizaciones según sea la honradez de sus representantes…

Nos tendrán en frente

Todo lo que has leído hasta ahora es sólo una pequeña muestra de cómo se desenvuelve el Equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Cartaya.

Muchos opinarán que en vez de decir tantas cosas lo que debemos hacer es denunciarlas donde corresponde.

Y nosotros decimos que llevan razón. No va a quedar sólo en una denuncia pública, sino también en una denuncia formal.

Ya estamos pidiendo varios informes de legalidad a la Secretaria y al Interventor Municipal. Nuestro equipo legal se encuentra redactando varios escritos que presentaremos al Defensor del Pueblo, al Consejo de Transparencia de Andalucía, a la Delegación del Gobierno Andaluz en Huelva, y en algún caso a la Fiscalía, puesto que son claramente constitutivos de delito.


Los independientes encajamos con paciencia el cambio de gobierno socialcomunista que perpetraron en medio de una pandemia.

Esperamos a ver cómo funcionaban.

Llegamos a ofrecerles nuestro apoyo incondicional para luchar contra el virus. Les ofrecimos nuestra mano en forma de una larga lista de propuestas que habrían mejorado la seguridad y la salud de los cartayeros.

Sin embargo, sólo obtuvimos rechazo.

No pasa nada, cada responsable político actúa como puede, como sabe o como está capacitado para actuar.

Esa forma de hacer política no la compartimos, la rechazamos frontalmente. Pero no podemos evitarla.

Lo que sí podemos evitar, y de hecho lo vamos a hacer, es que sigan campando a sus anchas los totalitarios que hoy gobiernan nuestra ciudad.

Cuando se ajusten a la ley, sumaremos.

Cuando no lo hagan, lucharemos.

La mala noticia es que el totalitarismo socialcomunista es una realidad de tres caras en nuestro pueblo. La buena, que los independientes nos encargaremos de que destruyan lo menos posible.